Con solo colocar un falso techo puedes evitar la pérdida de energía y aprovechar ese espacio aéreo inutilizado para acometer ahí nuevas instalaciones.
La mayoría de los pisos antiguos se caracterizan por tener techos muy altos, estar deficientemente aislados y contar con pocas instalaciones. Si este es precisamente tu caso, debes saber que hoy existen soluciones innovadoras que pueden hacerte ganar en confort y bienestar. Con solo colocar un falso techo puedes evitar no sólo la pérdida de toda la energía que generamos para calentar o enfriar las viviendas, sino que además puedes aprovechar ese espacio aéreo inutilizado para acometer ahí nuevas instalaciones. ¿Pero compensa realmente llevar a cabo este tipo de reformas?
Lo primero es que se consigue una gran resistencia con un mínimo peso, ya que los paneles de los falsos techos son muy manejables, pero muy resistentes al mismo tiempo. Además, como decíamos, estos techos facilitan enormemente la realización de cualquier tipo de obra que implique hacer pasar instalaciones por el hueco que dejan por encima o incorporar aislamiento.
Así, los molestos cables de Internet o instalaciones eléctricas que cruzar toda la casa son fácilmente disimulados y tapados con los falsos techos, ayudando a que la casa se vea más despejada y ordenada. Además, si se decide instalar sistemas de resistencia al fuego y aislamiento térmico y acústico, sobre todo para mitigar ruidos de los vecinos de arriba, la instalación se vuelve más sencilla y práctica con los falsos techos.
Así pues, la instalación de falsos techos contribuye al ahorro energético de los hogares ayudando a contar con una temperatura más constante en las casas; aporta comodidad, sobre todo a la hora de realizar cambios en instalaciones o reformas en el techo; mejoran el confort acústico y térmico, al permitir una fácil instalación de aislamiento y reducir la altura del techo; y, además, facilita una mejor iluminación del hogar, gracias al uso de paneles que permite plantear una nueva y mejorada instalación de iluminación, instalando los puntos de luz necesarios para iluminar cada sala de una manera correcta y agradable.
Por último, los amantes del ‘do it yourself’ pueden instalar este tipo de techos ellos mismos, debido a que no se trata de una obra compleja, aunque siempre es recomendable dejarlo en manos de profesionales y contar con la opinión de un asesor técnico en reforma que aporte una visión global de la obra a realizar y poder sacar el mayor provecho de esta, además de encontrar los resultados buscados.
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